Una generación… ¿de mártires? Shaima, vive

Ricos más ricos, pobres más pobres, recortes en derechos, dignidades violadas y desigualdad creciente. Para el año que viene, advierte la ONG Oxfam Intermón, el 1% más rico de la población mundial podría acumular tanta riqueza como el resto del planeta.

Hablamos de 70 millones de personas frente a 7.000 millones. Unos Estados del medioestar frente a unos países desposeídos, en los que esos pocos, ese 1% esquilma, roba, extrae y absorbe la riqueza de todo el mundo a manos llenas. El hombre del saco se lleva la riqueza dejando miseria y pobreza.

Las cifras son abrumadoras: Las 80 personas más ricas del mundo poseen tanta riqueza como los 3500 millones de personas más pobres de la tierra. Enfrente, de nuevo 80 a 3500 millones. ¿Justicia? ¿Solidaridad?

Hemos creado un mundo abrupto, global e inmoral en el que hoy podemos poner cara y saber los nombres y apellidos de los niños que morirán de hambre mañana y conocer quién los asesina lentamente en su agonía mientras negocia contratos millonarios con sus gobernantes.

No va con ellos, no va con nosotros, parece inevitable… pero no lo es. En absoluto, la desigualdad extrema es evitable y tenemos que actuar ya.

El título del informe que publica Oxfam es claro: tenerlo todo y querer más. Estamos ante una mafia organizada para enriquecerse de una manera brutal a costa de todo y de todos y todas. Sin importar derechos ni obligaciones, capaces de asesinar por ser más y más poderosos. Más y más ricos.

Pero no nos equivoquemos, No podemos pedirles a ellas, las sociedades del Sur, que inicien una revolución sin antes hacer aquí las nuestras. Sus situaciones son tremendamente injustas pero gran parte de la responsabilidad es nuestra por mantener en el poder a quienes deciden en el Sur quienes viven y quienes mueren.

El camino marcado por el pueblo griego es un halo de esperanza para el norte, pero también para el Sur, un camino en el que solo hay una cosa segura: o mantenemos a salvo nuestra humanidad o terminaremos por asesinar nuestra moral.

Hoy nos gustaría dar un grito de rabia por el pueblo egipcio. Ayer un policía descargó un cartucho de perdigones en la cabeza de la joven activista Shaima el Sabag. Participaba en las manifestaciones pacíficas por el 4 aniversario de la revolución egipcia.  “La Historia dirá de nuestra generación que sabía más de mártires que de vivos”. Escribió Shaima en Twitter hace dos años. Hoy, martes, 27 de enero, todos somos Shaima. Comenzamos

Escucha este comentario y todo el programa aquí: http://www.ivoox.com/t2-programa-14-malaga-solidaria-audios-mp3_rf_4016119_1.html